martes, 30 de marzo de 2010

Microrelato: En la balanza

Bueno aquí va un microrelato que escribi hace ya unos años cuando iba despertando mi vena misantropa. Espero que os guste.
En la Balanza

En el inmenso blanco del polo norte una figura oscura destaca sobre las demás. Camina encogida hacia el otro objeto que sobresale dentro del paisaje común de esas tierras heladas. Sus pensamientos se centran en la función de la máquina: la destrucción del planeta. Le ha llevado años su construcción pero por fin ha conseguido que con el simple hecho de pulsar un botón el núcleo terrestre explote. Se detiene frente al panel de control y su mano lentamente se acerca al botón. Su mente empieza a repetir los motivos que le llevaron a la construcción de la máquina:

“Ella era una buena persona, nunca hizo mal a nadie, incluso evitó que yo se lo hiciese. Nunca debió morir de ese modo, simplemente intentaba socorrer a una persona herida. Cómo suponer que la persona que se estaba desangrando por la herida de navaja iba ser portadora del VIH, ¿cómo recordar la herida en la mano que ella tenía?, ¿Cuántas posibilidades había de contagio? Aunque ya que más da. ¿Cómo podemos vivir en un mundo en el que te tienes que plantear el ayudar a una persona herida?. ¿Cómo convivir con el miedo al contacto?. El mundo me la robó y ahora pagará.”

Su mano ya está sobre el mando, una simple presión acabará con el mundo y cualquier cosa que pudiese haber sobre él. Pero en este instante la figura duda. Parece que en este momento es consciente de la acción que va realizar después de haber estado años preparándola carcomida por el odio.

“¿Realmente tengo derecho a realizar esta acción? ¿Su muerte justifica que lo haga? ¿Tengo yo el derecho de privar de su existencia a toda la gente que siente algo parecido a lo que yo sentía? En el mundo todavía existe gente que merece vivir, gente que intenta hacer de esta existencia algo bueno y útil para todos. Por no nombrar a los animales y a las plantas, seres vivos, que nunca han hecho ningún mal excepto al que les han inducido a hacer. ¿Tengo el derecho de destruir a la madre tierra, la que a todos nos ha dado la vida? ....”

La figura se estremece y se aparta por un momento de la máquina. Parece inquieta y se tambalea. Pero ese estado dura un instante. Deteniéndose suelta un gran suspiro y echándose hacia atrás suelta una gran carcajada.

“Ja, ja, ja, ja, ja Si lo piensas bien la madre tierra tiene que estar agradecida por los siglos de sufrimiento que le voy a ahorrar. Cada año su estado empeora, el calentamiento global va aumentando. La expulsión de gases a la atmósfera es cada vez mayor. Somos la única especie sobre el planeta que destruye el entorno que le da vida. Aunque ya hay países que han empezado a controlar sus expulsiones. Quizás estemos mejorando. Ja! También hay otros países que no las controlan porque no les da la gana. Incluso hay fábricas dentro de los países que las controlan, a las que les sale más rentable pagar una multa que limitar sus expulsiones. Rentabilidad, me gustaría agarrar a la persona que inventó ese término. ¿Cómo puede ser más rentable contaminar tu planeta que no hacerlo?. Es curioso que al final la mayoría de los males dependan de una cosa que hemos inventado nosotros mismos: el dinero. El dinero te da el poder de saltarte las leyes, el privilegio de prolongar tu vida. El dinero te pone por encima de todo, te convierte en una especie de dios. Tenemos una sociedad basada en él, una sociedad en la que según lo que tengas o lo que ganes así te trata la gente y tratas a la gente de tu entorno. Una sociedad independentista que solo se preocupa de lo suyo. Parece que cuanto más ‘civilizada’ es la sociedad menos se preocupa de la gente que en ella vive. ”

“Aunque ahora hay pueblos que empiezan a unirse. Europa está empezando a ser una, con el tiempo la gente pensará en sí misma como europeos y es posible que llegue el día en que pensemos como terrestres. Ya claro... también hay pueblos que construyen muros, y nadie les dice nada. Tras muchos años se consiguió derribar el muro, y ahora construyen uno nuevo en otro lugar y con total impunidad. ¿Alguna vez avanzaremos como especie?.”

“Bueno... están reduciendo el armamento nuclear... ya casi no existe la posibilidad de que se produzca un holocausto nuclear. Por el contrario tenemos armas químicas... Cosas pequeñas, grandes desastres. Por lo menos es posible que solo maten a seres humanos.”

La figura se detiene y suelta un suspiro. “¿Quién soy yo para criticar?, Si nunca hice nada por mis semejantes ¿Qué me hace a mi mejor que los demás...? Posiblemente nada. Pero tengo la capacidad y he de decidir. ¿Debo tener fe en la especie humana y pensar que va evolucionar y conseguir vivir en armonía consigo mismo y su planeta, o por el contrario pensar que para cuando destruya la tierra ya habrá empezado a explotar otros planetas del espacio y comenzará de nuevo el ciclo? ¿Acaso esta la especie condenada a no evolucionar y estar siempre dividida entre gente que se preocupa y gente que no?...”

La figura alza la mirada hacia el cielo. “Algún día alcanzaremos las estrellas, ¿Les espera el mismo destino que a la tierra?”

CLICK...

Polémica de la semana: ¿Lost Rules o Lost Sucks?


Bueno y con está simple pregunta la polémica está servida.

Lost, Perdidos, es sin duda una serie freak al máximo nivel. Y no solo eso, es una sería freak que ha conseguido llegar a todo el publico. Nunca se lo podremos negar, así como toda la tensión que hemos vivido y toda la caña que ha hecho que metanos a nuestras pobres y castigadas neuronas. Sin embargo, se acerca el final tan esperado y algunas personas han empezado a preguntarse si realmente es una gran obra de arte o es una gran tomadura de pelo.

Líneas arguméntales desechadas, explicaciones simples para hechos que los planteaban como esenciales, son algunas de las críticas que se le han hecho.

Y bueno como estas cosas siempre les cuesta arrancar os dejo mi opinión para poder empezar a discutir. De forma civilizada, porque tengo en mi mesa la replica del martillo de Conan y no quiero cargarlo ;D

A espera del aclamado final mi opinión, de tener que elegir una de las dos, es que Lost Sucks. Nos han mareado con miles de cosas que parecían importantes y al final se quedan en nada. Que si meter los números en una computadora, por cierto los de Dharma serian unos genios pero les faltaba un informático que les hiciese una rutina con temporizador incorporada y de paso les arreglase los videos de la isla, que si los osos polares, que si no se que mas que en su momento parecía super terrible y al final no pasa nada.

Por que hagamos un seguimiento a los Osos polares. El primer capitulo que sale un oso polar en la selva tropical te quedas flipado. Más encima porque un niño, ¿alguien se acuerda de él?, parece que tiene poderes y los hace realidad. Luego resulta que el oso simplemente se había escapado de una jaula donde la archipoderosa corporación Dharma hacia experimentos con ellos. La verdad es que una corporación con tanto poder, podría haberse montado un laboratorio en alguno de los polos para poder estudiar a los animalejos en su hábitat. Seamos realistas, cuantos pobres animales se les habrán muerto por el calor. Con todo ya tenemos a nuestro terrible enemigo Dharma que parece que controla la misteriosa isla. Además muchos de los misterios parecen frutos de sus experimentos.

Sin embargo según avanza la serie te das cuenta que los de Dharma no eran mas que unos pringados, que los que realmente controlaban el cotarro son los otros. Que no tienen nada que ver con Dharma y siempre han estado allí. Que por cierto la isla tiene que ser grande de cojones porque hasta la sexta temporada nadie ve el templo de marras.

Y finalmente en la sexta temporada te das cuenta que todo lo que ha pasado no tiene importancia porque al final los del vuelo Oceanic son los elegidos para sustituir a Jacob. Un tio listo sin lugar a dudas. Lo que no se es porque se sorprende de morirse. Porque vamos, ¿Para que estaba buscando sustituto si no?

Bueno ya podéis dar vuestras opiniones. Y al que sea ofensivo hacia otra persona le borramos en un plis plas ;D.

Cuidaros mucho y frikear mientras podáis ;D

Comienza una nueva sección

Buenos días,

Como esto está arrancando y empezamos con fuerza vamos a comenzar una nueva sección. La llamaremos la polémica de la semana por lo que tendremos toda una semana, el nombre ya era una pista eh!, para discutir sobre un tema que pueda ser polémico. Supongo que esto ira muy lento y es posible que solamente discutamos nosotros al principio pero bueno, si vemos que alguno de los componentes empieza a discutir solo nos servirá para detectarle un desdoblamiento de personalidad o similar.

ah! y ya habéis visto que hemos empezado una sección de relatos. os invitamos a madarnos cosas si queréis. De momento publicaremos muestras inquietudes.

Saludos a todos los que estéis por ahí. A cuidarse mucho y pensad que hoy es un día más freak que ayer.

La danza de los Arcángeles 01 x 02

Era la primera pista que tenía para resolver los brutales crímenes de Peak Road. La segunda se encontraba en medio del desierto. Iba camino de ella. Según avanzaba y me acercaba al lugar, una sensación de expectación invadía mi cuerpo. Creo que me encontraba ante un caso poco común. Un reto. Tal vez la última oportunidad para demostrar que la religión estaba equivocada. Que alguien como yo podía ser perdonado. La última salida para abandonar la autopista hacía el infierno estaba cerca. ¿Sería capaz de tomar la dirección correcta esta vez? Demonios. Lo quería con todas mis fuerzas, pero no era el caballero blanco que cabalgaba entre los relucientes Ángeles. La armadura dorada pasaba a convertirse en una camisa sucia, la gabardina agujereada había conocido tiempos mejores y mi desgastado y envejecido rostro distaba mucho de la belleza angelical. Era un jinete de la muerte. Rodeado de mugre, enfermedad, muerte y desolación. Aún así, la oscuridad no me había poseído del todo. Mi batalla contra los demonios interiores no había cesado. Me deseaban tanto que habían fusionado sus garras con mi alma. Si yo moría ellos morirían conmigo y la agonía que suponía intentar escapar de ello es lo que los alimentaba. Me estaba cansando de ello. Las fuerzas menguaban y cada día me volvía más débil. Pronto sería devorado por ellos…

A lo lejos vislumbraba las luces y el cordón policial. No era difícil en medio de aquella desolación desértica. Aparqué a escasos metros de los furgones de la policía y detrás de Biggs, un desgraciado hombre chupa culos que hacía el trabajo sucio del capitán Matthews que ya contaba sus últimos días para la jubilación. Más de 40 años de leal servicio a la ciudad. Todo hacía indicar que Biggs sería el reemplazo, aunque esperanzaba que fuese otro individuo. Un mesías que no impregnase de mierda el nombre de la ciudad y el del cuerpo. El sargento era un asqueroso obeso que atufaba a dinero negro. Las mafias le untaban pasta a cambio de la libertad nocturna y el no tenía reparos en retirar patrullas de los territorios que le señalaban. Violento e impredecible, disponía de un don innato para la manipulación. Bíblicamente el podría tomar el papel de dios mientras que yo sería Satanás, solo que desde una perspectiva mas moderna. Es decir. Para los ojos de la gente común yo era como una sombra que te acechaba durante la noche. Esa figura que esperaba impaciente a que doblases la esquina para apresarte. Biggs, por otro lado aparentaba todo lo contrario. Un gran sargento del cuerpo de policía. Leal, noble y respetado. Acaparaba los medios de comunicación semana si y semana también. Se había ganado una enorme admiración gracias a la resolución de varios casos famosos y eso le había convertido en alguien muy influyente. La gente común, que sufría de ceguera, sin duda le seguiría a él mil veces antes que a mi. Personalmente no me llevaba nada bien con el, pero como el resto de la comisaría, el temor que tenían hacía mi, me hacía ganar un cierto nivel de respeto. Éramos pocos los que nos atrevíamos a patrullar durante en caos de la noche. En su mayoría gente solitaria sin ningún tipo de vida social. Desequilibrados o novatos a la espera de un destino mejor. Ese era el caso de Billy, lo más cercano a un amigo que me quedó tras mi caída al inframundo. Un joven novato ansioso por seguir los pasos de su padre. Entusiasta y hasta cierto punto un tipo enrollado. Llevábamos casi 4 meses trabajando juntos y sabía como tratarme. Al principio fue complicado para ambos. Reconozco que no soy una persona nada fácil, no me gusta ser fácil. Y lo último que me apetecía era hacer de niñera. Tenía una misión y los niñatos no eran aptos para ella. Lo cierto es que Billy me demostró que tenía un par de huevos e incluso salvo mi vida en una ocasión. Eso le costó sufrir una herida de bala leve en su cuello. De la cual se siente enormemente orgulloso, incluso al hablar con mujeres gira la cabeza para enseñar la cicatriz del pescuezo, lo que cree que le hace un autentico hombre de la ley. Si yo le enseñase mis cicatrices…Las cicatrices de mi corazón que recorren todas mis entrañas. Capaces de ahuyentar a la más fiera de las bestias y manjar de lujo para los carroñeros que rondan mi alma.


El día comenzaba a incursionar en el cielo de la ciudad, repitiéndose una rutina a la que no nunca había asistido desde años atrás. Rara vez mis ojos apreciaban la luz del día sin que fuese a través de las persianas de mi apartamento o algún motel de mala muerte. Pero esta vez el sacrificio merecía la pena. Una nueva victima, y todo parecía indicar que tenía relación con el misterioso asesinato de Peak Road. Sería mi segundo lugar de pruebas. En el primero obtuve un sobre vacío del agua divina, y en mi bolsillo ya se encontraba uno con la droga. El resto del lugar era un autentico misterio y una serie de pruebas no concluyentes. Trabajo para los CSI. Había pasado varios días y todavía no me había acercado a por el informe. Me perdí demasiado en la noche. El submundo me alejo del caso para retomarlo nuevamente con más fuerza y más intensidad. Palpé nuevamente mi bolsillo para comprobar que la droga no se había ido. Aún no la había probado y ya sentía que me había convertido en un yonki. Me preguntaba, si se trataba del mismo asesino. ¿Que le había impulsado a cambiar del escenario de la adinerada Peak Road al medio del desierto? ¿A escoger como victima a una pobre desgraciada en vez de la clase selecta de los herederos de la zona más rica de Rusmon City? El asesinato aún no había salido a la luz. El capitán Mathews soportaba mucha presión, ya que la primera victima había sido la hija de un político y accionista de la ciudad. Un pez gordo de la ciudad que no quería que su nombre fuese salpicado de sangre en los medios de comunicación. Por el telefonazo que me habían dado el perfil y la escena del crimen encajaban con Peak Road, y era imposible que se tratase de un imitador. Lo que presencie en aquella mansión incluso estremeció a los demonios de mi interior. Tenía la sensación de que el supuesto asesino era un ser diferente. Tan diferente e incomprendido como yo. Y es que si no me resguardase tras la placa de policía, yo mismo podría protagonizar una serie de asesinatos en cadena. Era el heraldo de la muerte del bien, y mi objetivo era atrapar al que se había convertido en mi enemigo invisible. Me preguntaba que clase de persona sería. O personas, lo cierto es que no sabía absolutamente nada de el. Quería atraparlo. Quería conocerlo. Esa era mi prioridad absoluta en estos momentos.

La danza de los Arcángeles 01 x 01

Eran las cinco de la madrugada y el día estaba al caer. El imperio de la luz pronto volvería a reinar y a castigar sus dominios con su intenso poder. Era difícil vivir en ese ambiente. Una sociedad gobernada por un sistema centralizado y opresor cuyo único objetivo era el automatismo. Individuos de todas las razas y clases sociales que ansiaban la vida ejemplar y modélica que la televisión ofrecía y que los mismos medios insertaban en sus mentes vacías. El día se convertía en una monótona y predefinida serie de acciones y decisiones. Siendo el consumismo y la posesión lo único capaz de otorgar aleatoriedad a los breves momentos de felicidad. Todas las elecciones, tanto malas como buenas, siempre llevaban al mismo lugar. Una noche llena de sueños en los que el dinero, las mujeres, los lujosos coches, e incluso familias aderezadas con pequeños querubines correteando por los pasillos de las enormes casas, hacían pensar que se podía llegar a ser algo más que un oficinista o un tendero de algún centro comercial. El resultado siempre era el mismo. Sueños que no llegaban a cumplirse y un nuevo día. Un nuevo amanecer que se presentaba lleno de expectativas y desafíos rotos. La luminosa luz del sol, hacía que la vulgaridad volviese a impregnar las almas y los corazones de los pobres infelices que se regían sobre las leyes que el corrupto gobierno establecía.

Yo no era como el resto. Mi vida no requería de una hermosa mujer, una bonita casa con su verde jardín y las excursiones familiares de fin de semana. Hacía tiempo que dejé eso atrás. Debo reconocer que fueron tiempos felices. Pero los tiempos habían cambiado. Yo mismo había cambiado y joder, hasta el clima de Rusmon City lo había hecho. El calentamiento global no era una película de cine o una novela de ficción. Antes gozábamos, de una ciudad verde con extensas colinas y verdes prados. Era un lugar agradable. Ahora la ciudad más prolifera del siglo XXI esperaba ansiosa un nuevo festín. Los restos de la ciudad prometida se repartían entre la ambiciosa civilización y su afán por edificar enormes edificios. Con el tiempo más vacíos y más negros. A la vez que la vida, se volvían más inhumanos. Lo restante se convertía en nada. Un basto desierto de ensueño. El lugar perfecto para olvidar y desaparecer de la faz de la tierra hasta ser encontrado por algún otro infeliz que viese su intento frustrado. Habían pasado 10 años desde la última vez que una gota de agua golpease mi rostro. La última vez que mi alma sonrío, y con la sequía llegó mi lenta agonía de dolor y tristeza. Abandoné mi anterior existencia para sumergirme en el mundo de las tinieblas. La vida me dejó de lado y yo no la eché de menos. Mi mujer, mi hijo e incluso una adorable mascota se perdieron en el pozo del olvido de mi corazón. Jamás volví a sonreírles y a amarles. Yo cambié y conocí el verdadero rostro del mundo. El me vio y yo también le vi. Le sentí, le abordé y desde ese día supe que seríamos inseparables. Ya no había vuelta atrás. El dolor, la amargura, la soledad, eran conceptos abstractos para mí. ¿Acaso podía sentir algo una persona tan vacía como yo? Deambulaba con la autoridad que mi profesión me rendía, cada vez más difícil, cada vez menos a menudo. El mundo se estaba haciendo añicos ante los ojos impasibles de las millones de personas que sobre poblaban nuestra moribunda tierra. Las calles eran patrulladas por vecinos y por agentes de mil facciones políticas. Los rebeldes y los grupos independistas, a la sombra de los ojos de la luz, administraban la noche a placer aplicando su propia ley que se desvanecía expectante ante un nuevo amanecer.

Aún así, hasta cierto punto alguien como yo disponía de una mínima autoridad. La maldita corrupción que a base de dinero y tratos hacía reyes a mafiosos y asesinos me erigía como un heraldo de la divina justicia. Aunque ya nada de eso me irritaba y hacía largo tiempo que ya no tenía la imperiosa necesidad de hacer frente a estas tramas. Ahora era mi mundo, solo conocía la noche, y como tal, me aprovechaba de él de la mejor manera que podía. La utopía de la ley y el orden, de los buenos tiempos y de la tierra prometida se consumían al mismo ritmo que la carretera que desaparecía bajo mi Shelby Mustang GT 500 del ’67. El vehiculo perfecto para todos aquellos que no podían dormir por las noches, ni comer y menos aún, encontrar a quien amar, más que a esta maravilla motorizada. Me había telefoneado Billy hacía 45 minutos. Me encontraba en un local del sur. Lejos de la clase selecta de adinerados y ricos que hacían de la noche su zona de recreo. Yo me codeaba entre yonkis, asesinos y prostitutas. Aún apestaba a whisky y los efectos aún no se habían disipado. Si no me hubiese pasado con la bebida podría haber tenido un encuentro con Lily, pero esa preciosidad tenía un precio. El precio que había pagado por el agua divina. El ridículo nombre que le habían puesto a la nueva droga de diseño que circulaba por las calles. Llevaba detrás de ella varios días y por fin me había hecho con ella pagando un elevado precio, pero que esperaba, ansiosamente en el bolsillo de mi gabardina.

lunes, 29 de marzo de 2010

Guionista arrepentido

En la vida siempre hay cosas buenas y cosas malas. Unas mas que otras y otras menos que otras, quedando siempre un punto intermedio entre ambas. En el cine pasa lo mismo. Si se ha caracterizado por algo este arte ha sido por la calidad de su material. Como obras maestras, obras nefastas y películas que solemos calificar como entretenidas o simples bodrios.

Una de las películas que ha pasado al recuerdo, convirtiéndose en película de culto, por lo mala que es, y referencia
para los seguidores de la cienciología, ha sido Battlefield Earth (Campo de Batalla la Tierra). Ha superado el umbral de los Films mediocres para formar parte de la historia activa de nuestro cine. En este caso lo ha hecho por el polo opuesto del agrado. Y es que hace poco recibió el razzie a la peor película de la década. Incluso en la web especializada de imbd tiene su aparición en el bottom 100.

El caso es que 10 años después, su guionista J.D Shapiro, ha pedido disculpas a todos aquellos, que como yo, tuvieron la mala suerte de verla. Es mas, incluso fue mi apuesta para el certamen de la peor película de la historia. Un certamen en el que participamos anualmente y organizamos los bloggers de Mencarte.

Estas son las palabras del guionista de Campo de Batalla la tierra:

Déjenme comenzar por pedir una disculpa a todo aquel que fue a ver “Battlefield Earth”. No fue como realmente la había imaginado, lo juro. Nadie pensó que iba a ser como un choque de trenes. De hecho, compararlo con un coche de trenes no es justo ni para los accidentes ferroviarios, porque inclusive hay gente morbosa que va a verlos.

Investigué de la cienciología antes de firmar para esa película, para asegurarme que no hiciera nada que adoctrinara al público. Durante una cena, Jhon (Travolta) me dijo lo mucho que había amado el guión y lo llamó “La lista de Schindler” de la ciencia ficción. Lo que mi guión no tenía era cámara lenta en cada toma, diálogo campirano, extraterrestres en botas de KISS y todos portando pelucas de Bob Marley. Ahora viendo el pasado con ojos frescos, no puedo sino estar extrañamente orgulloso. Porque de todas las peliculas malas, la mía es la peor.

Lo cierto es que al igual que Shapiro, yo también siendo una extraña sensación de orgullo. Orgullo por haber visto esta obra infame, que sin duda fue tema de conversación durante años entre mis amistades. Idolatrada y adorada como mala, las palabras y el galardón obtenido la hacen subir (o descender xD) un peldaño mas en los grandes bodrios de la historia.

P.D. En la foto se puede apreciar como Jhon Travolta agarra del pescuezo al director Roger Christian. Lastima que el rastafari no hubiese apretado fuertemente durante unos segundos…

Curiosidades del Cine: Los hombres que miraban fijamente a las cabras se basa en el proyecto Stargate


Buenas,

Empezamos la sección de curiosidades del cine. En ella intentaremos contaros todas aquellas cosas curiosas, sorprendentes, y demás frikadas que vayamos descubriendo de las películas que pueblan nuestros cines.

La película elegida esta semana no es otra que "Los hombres que miraban fijamente a las cabras". Visto ese título muchos hemos pensado que la distribuidora española ha aprovech
ado el tirón de la saga de Larsson y sus títulos kilométricos. Pues va a ser que no, dado que la película es una adaptación del libro que se titula así The Men Who Stare at Goats. Así que tenemos que desechar cualquier vinculación con la famosa saga de libros.

El escritor del mencionado libro es del periodista Jon Ronson que junto con John
Sergeant, que nadie diga que John no es un nombre común en EE.U., realizaron una investigación sobre un proyecto real de la CIA. Este proyecto es el archiconocido por los amantes de las conspiraciones como el MK Ultra.

Por si alguien todavía no sabe de que va la peli. Decir que es trata sobre un grupo de soldados del ejército norteamericano que estuvieron entrenándose para potenciar sus "poderes especiales" cual caballeros Jedi.

Lo curioso de todo esto es que el subproyecto que se encargó de esta investigación se llamaba Stargate, como la serie de televisión. Para que digan que las coincidencias no existen.

Como última nota decir que la película de Push, también se basa en este proyecto Stargate. Posiblemente en como serían las cosas si la investigación hubiese tenido un rotundo éxito.

A cuidarse mucho y que vivamos en un mundo más freaky.